"La cumbre escarlata" y las suaves posaderas.

No sé muy bien cómo comenzar esta crítica, así que no me andaré con ceremonias. "La Cumbre Escarlata", última película de Guillermo del Toro, ambientada a finales del siglo XIX. Como bien avisó el mismo Del Toro en twitter, NO es una película de terror, sino un drama romántico con tintes góticos, aunque en el trailer te lo pintan, seamos francos, bastante más enfocado al miedo.

Aun sintiendo una pequeña decepción porque no estaba ante un film de dicho género, mi hype por la película no disminuyó, así que el sábado, cuando surgió de manera repentina ir a la sesión golfa, di saltos de alegría al saber que iba a ver por fin "La cumbre escarlata".

Mi opinión sobre esta película puede resumirse muy bien en un tuit que hace poco, y al hilo de LCE, escribió @eyesink: 

"Si tienen dinero para actores famosos y un diseño precioso, no lo tendrán para el guion". 

Si me preguntáis a mí, las deficiencias de guion dudo que sean, en la mayoría de los casos, por falta de dinero, sino más bien por falta de esfuerzo y, a veces, de talento. Como creo que Del Toro tiene bastante talento, achacaré el pobre guion de LCE a una falta de esfuerzo bastante considerable, que está más enfocado a la documentación, y esto da como resultado un film impresionante en lo que a lo estético se refiere. 

TODO, y cuando digo todo es absolutamente todo lo que se ve en la pantalla es hermoso, bien sea por sí mismo o porque encaje a la perfección con el resto de elementos. Los colores, las localizaciones, los objetos, el vestuario, la luz... Increíble. La escenografía es de sobresaliente sin lugar a dudas. 

Pero claro, no de cosas bonitas vive el espectador, y aunque el envoltorio sea de estos que te da pena romper y que acabas guardando simplemente porque no puedes tirarlo a la basura, lo que de verdad da valor a una película es su contenido, lo que cuenta y, más importante aún, cómo se cuenta. En este caso, lo que se cuenta en la película es una historia ya vista muchas veces, una historia romántica oscura y violenta.

En cuanto a lo predecible, no me habría importado si las cosas se hubieran hecho de otra manera, pero, en mi opinión, este regalo de envoltorio reluciente alberga un presente decepcionante. El principio, donde nos muestran cómo se conocen los protagonistas, me pareció más largo de lo necesario y la historia de amor sucede de manera precipitada. Vale que no pueden ponerte en pantalla el enamoramiento completo, pero hay técnicas para acortar esto y que no parezca que a la segunda cita ya no pueden vivir el uno sin el otro.

Luego llegamos a la mansión, esa mansión angustiante, carcomida, fría y preciosa. Aquí la cosa se vuelve más animada, pero la falta absoluta de sorpresas y tensión, aderezada con diálogos planos que no dicen nada, hace que la película no levante cabeza del todo.

Los personajes, salvando al que interpreta Jessica Chastain, me han parecido bastante sosainas, sobre todo el de Mia Wasikowska, que pasa de ser una chica con sueños y presencia en el mundo laboral a una mujer cuyo mundo gira completamente en torno a un hombre. La interpretación de la actriz, además, deja bastante que desear y queda rematada con un doblaje insípido. Aprovecho para dedicarle unas cuantas palabras a la responsable.

Querida Michelle Jenner:

Tuviste tus grandes momentos de doblaje con actrices de corta edad como Emma Watson en Harry Potter, pero basta ya, en serio, sigue con tu carrera de actriz y todo lo que quieras, pero aléjate de las salas de doblaje, a no ser que vayas a doblar a personajes de dibujos animados o niñas pequeñas, en cuyo caso me da un poco igual.

Un cordial saludo.

Soy malo.

El doblaje de Hiddleston tampoco es que sea para tirar cohetes, pero al menos se deja escuchar. En cuanto a Tom: sí, es un hombre atractivo con una sonrisa encantadora, demasiado encantadora, tan encantadora que yo no sé quién le vio pinta de malote a este señor, porque por muy grandes que sean los cuernos que le ponen en Thor, tiene cara de "Mírame y quiéreme porque soy lo más adorable de este universo". Digamos que no, Tom no ha sido ningún aliciente para ver esta película por mucho que su pálido y suave trasero haya arrancado suspiros en todas las salas de cine, pero ha tenido sus buenos momentos al final de la película (me refiero a Tom, no a su culo) que han reblandecido un poco mi corazón.

Podría decirse, básicamente, que lo que envuelve la película es lo único que merece la pena, pero no sería del todo cierto. Hay escenas, algunos momentos puntuales que están muy bien, y me gustaría destacar las escenas de violencia, desagradables para muchos, pero a mí me han encantado, creo que es lo único que le dan algo de vida al guión, sobre todo en el final. Como he dicho anteriormente, el personaje de Jessica Chastain es el más destacable del trío protagonista, y casi se me olvidaba mencionar a Charlie Hunnam, aunque con lo plano que es su personaje tampoco me extraña; al salir del cine te olvidas de que le has visto. Y es que es eso lo que pasa en esta película, que los actores realmente no creo que pudieran haberlo hecho mucho mejor (salvo Mia, que no sé qué leñes le ha pasado en este flim) porque sus papeles no daban para más.

¿Es una buena película "La cumbre escarlata"? ¿Debería ir a verla al cine? 

No y sí. No considero que sea una buena película, aunque no está mal. Y sí creo que se debería ir a ver al cine porque visualmente es un regalo para la vista, un despliegue de belleza, colores, sombras y luces que es imposible que te dejen indiferente. Eso sí, no esperéis algo grandioso ni sorpresas porque no las hay, a no ser que vuestra motivación real para ir al cine sean las posaderas del señor Tom, en cuyo caso tendréis un momento de placer asegurado. Yo, por mi parte, le doy un 6/10.