Crónica del Celsius 232 (2015)

Como muchos ya sabréis si me seguís en mis redes sociales, este año, gracias a mi editorial, 2deLetras, he tenido la inmensa suerte de poder asistir al festival de fantasía, terror y ciencia ficción Celsius 232. Tenía muchas expectativas sobre cómo iba a ser mi experiencia allí, pero todo se ha visto superado con creces en todos los sentidos. Vamos que HA SIDO UNA MALDITA PASADA Y NO PUEDO ESPERAR AL AÑO QUE VIENE.

Pero serenémonos y vayamos por partes, aunque no me enrollaré mucho para no aburriros. El viernes, después de un viaje largo de coj***s, llegamos a Asturias atravesando el túnel del Negrón o, lo que es lo mismo, el túnel hacia Terabithia. Con sus más de 4 km de longitud, este túnel mágico conecta las escarpadas montañas de León con las tupidas montañas verdes de Asturias. No miento si os digo que fue como entrar en otro mundo, pasar del real a otro completamente diferente, repleto de vegetación, con una niebla espesa y misteriosa cubriendo las cumbres y aldeas perdidas entre los árboles. Mi reacción al salir del túnel de Terabithia fue más o menos esta:

Después de estar un buen rato con la cara pegada a la ventanilla, embobada, llegamos a Avilés y por fin conocí a varias personitas que estaban esperándome y a las que tenía muchísimas ganas de desvirtualizar por fin: Esther (aunque a ella ya la había conocido en Valencia, un amor de chica), Gema (Gema de mis amores, a la que le debo gran parte de este nuevo blog y a la que aún debo robarle su conjuro para escribir a la velocidad que lo hace), Omaira (mi tontuela, la que siempre será para mí esa hermana pequeña que nunca he tenido), Lucía (tornado imparable de amor y energía) y Mangri (¿Daniel? ¿Dan? Su nombre es un misterio, para mí es mi querido bastardo, el rey de la pose sexy pero vulnerable). Después de abrazos que casi me hacen caer al suelo y momentos de fangirlismo entre nosotros, Omaira me regaló un señor retrato de Lucio (protagonista de Los mundos de Täryenn) que me encantó. También conocí a Diana, reciente miembro de la editorial, y qué encanto de mujer.

Ese día asistimos a uno de los actos de Los hijos de Mery Shelley y salí en una nube. ME ENCANTÓ. Luego cenamos y probé la sidra, que en un primer momento me supo a champán raruno y no me hizo mucho chiste.

A la izquierda estoy con Hawke y Morrigan de Dragon Age. ¡¡DE DRAGON AGE!! Por poco me da una embolia de la emoción cuando les vi.
A la derecha el retrato de Lucio hecho por Omaira y el de Alice hecho por Raquel. ¿No son una pasada?

El sábado, mi segundo y último día, empezamos desde por la mañana. Hice mis compras (me contuve mucho) fui a la firma de Iria y Selene (¡las conocí en persona por fin!) y luego a la de Neimhaim, donde la encantadora Aranzazu firmó con lacre. Conocí a Elena (una youtuber encantadora) y jugamos a un juego cuyo nombre ya no recuerdo, pero había lobos, y videntes y aldeanos y Gema lo narraba todo y a mí mataron la primera en ambas ocasiones porque me quieren mucho, como es evidente...

1. Con las encantadoras Iria y Selene.   2. Con la autora de Neimhaim, Aranzazu.   3.Cosicas que me compré (mirad esa taza y envidiadmeeeeeee).   4. Firma lacrada de Aranzazu =)

En el almuerzo se nos unió Ruth (un encanto de chica). Comimos como reyes con cachopo incluido (qué bueno está el jodío) y al fin probé una sidra que me gustó. Creo que al camarero le caí en gracia, porque me escanciaba bastante cada vez y claro, como me dijeron que si dejaba la sidra en el vaso demasiado tiempo se oxidaba, pues yo me lo bebía a lo chupito. Qué mareo me entró, pero qué bueno estaba todo y qué buen rato echamos.

Después, en un parque la mar de bonito hicimos un corralillo en el césped y tuvo lugar una charla sobre Los mundos de Täryenn y su proceso de creación, edición, etc. Mientras hablábamos, Raquel, una chica encantadora amiga de Gema, hizo un retrato de Alice que me enamoró (esta chica tiene un talentazo impresionante).

Luego fuimos a otro acto de Los hijos de Mery Shelley donde tres actrices leyeron tres relatos muy buenos (con el segundo me emocioné, fue impresionante). Después pude firmarle su ejemplar a Javi (un amor entre amores, no sé cuántos achuchones le dí), que estuvo todo el día buscándome y nuestros horarios no coincidían, pero al final, con el Celsius ya echando el cierre pudimos vernos. ¡Aleluya! 

Con Omaira (arriba izquierda), Raquel (arriba derecha), Lucía (abajo izquierda) y mi bastardo, digo... Daniel, digo... Dani, quiero decir... Mangri =)

Esa noche no hubo cena porque todavía había cachopo dentro de nosotros, así que nos dimos una vuelta, un helado, granizado y finalmente.... las despedidas. No todos nos despedimos al mismo tiempo, pero hubo lágrimas y... Ay, es increíble lo que se puede echar de menos a alguien cuando solo has compartido un día y medio, pero esa es la magia del Celsius, supongo, que todo lo intensifica con ese ambiente en el que cientos de personas viven y disfrutan a tope de la literatura.

Me fui triste de Asturias, pero lo bueno de eso es que ya estoy deseando volver y repetir. Gracias de nuevo, 2deLetras, por hacer esto posible.

Celsius 2016, te espero con ganas, hermoso.