Jurassic World, ese gran truño.

No tenía pensado hacer esta entrada, pero debido a que me habéis preguntado varias veces por Twitter por qué no me gustó esta película y en 140 caracteres no podía dar mi opinión sin que pareciera que le tengo inquina sin motivo, heme aquí, dispuesta a dar una explicación fundamentada de por qué esta película me parece un truño, uno entretenido, sí, pero truño al fin y al cabo.

Esta entrada puede contener spoilers de la película. Si seguís leyendo, que sea bajo vuestra responsabilidad. Voy a intentar ser concisa. Aunque hace tiempo que vi la película y no la tengo tan fresca como me gustaría, por lo que habrá cosas que se me escapen.

Avisados quedáis.

En mi opinión, las dos razones que convierten a Jurassic World en un truño son dos: guión y efectos. 

Empecemos por el guión.
La historia nos sitúa en un Parque Jurásico renovado y recuperado de las desgracias acaecidas en las tres anteriores entregas. Un lugar familiar y genialoso donde se crean dinosaurios como el que mezcla ingredientes para una sopa. Cada vez se busca algo más grande, más impactante, más violento, más aterrador, y así es como nace esta criaturita llamada "Indominus Rex", una bestia de hacértelo encima con solo tenerla delante.

Hasta aquí todo perfecto, expectativas a tope y una servidora entrando en la sala de cine tal que así 

Pero luego llegaron los personajes, los diálogos, las escenas ridículas... y se me desmontó el mundo. El hermano mayor más que un personaje parece que fue una mancha de café en el guión a la que luego quisieron dar una personalidad irritante y un comportamiento absurdo de este estilo:

¡Esto es un rollazo de parque! ¡Yo lo que quiero es ligarme a todas las mozas que vea mirándolas con cara de salido crónico y largarme! (Segundo siguiente) Oh, espera que mi hermano está aquí, voy a saltarme todas las reglas y circular por ahí en una bola rodante para que tenga la mejor experiencia de su vida porque no hay nada que me importe más, y si para eso tengo que poner su vida en peligro, pues hala.

Luego tenemos a los protagonistas, y vale, admito que a Chris Pratt le viene el papel como un guante y que, de hecho, su personaje y su función en la película (adiestrar velociraptores) son lo único que, en mi opinión, merecen la pena de este film (además, claro está, de los guiños a los anteriores). Pero, ¿qué me decís del personaje de Claire? Una mujer "fuerte" (hagamos las comillas con énfasis y pompones fosforescentes) que protagoniza escenas tan ridículas como ese beso a "Lo que el viento se llevó" en mitad de un ataque de pterodáctilos o esa carrera delante del T-Rex que hace un chapucero homenaje a la mítica escena de Jeff Goldblum en la primera entrega.

INTERNAL SCREAMING.

Porque, aunque parezca mentira, me pongo colorada cuando me miras a la pobre Bryce Dallas Howard la hacen ir de aquí para allá durante toda la película calzando tacones. Lo cual es muy realista, sobre todo para estar en una isla llena de dinosaurios. Y claro, llega esta escena con Claire-camisa-rajada corriendo delante del rey de los dinosaurios en sus tacones, y los espectadores nos tenemos que creer que sale con vida.

POR SU PUESTO QUE SÍ. 

Y escenas así de realistas hay para regalar, pero las mejores son las del final. Momentos como ese en el que el dinosaurio marino se come al Indominus Rex, como si hubiera estado ahí abajo todo el tiempo esperando a que apareciera. Me imagino al guionista más o menos así:

Joder, vaya tela con el bicho este... A ver cómo me lo cargo ahora. ¡Espera! ¿Yo no puse antes un dinosaurio acuático? ¡Pues ya está! ¡Lo meto al final zampándoselo y problema resuelto!

Y otro momentazo, para mí uno de los más ridículos y que me hizo reír hasta llorar en el cine, fue la mirada que comparten Pratt y los velociraptores después de que estos hayan decidido salvarles la vida. En serio. ¿WHAT THE FUCK? ¿Por qué me hacéis esto? ¿Por qué? Yo solo quería revivir mi infancia con una buena película en ese maravilloso parque y a cambio me encuentro ESTO.

NO HAY DERECHO.
Pero bueno, sigamos ahora con los efectos.

En las versiones anteriores, para mostrar a los dinosaurios, se usan imágenes digitales y animatronics, es decir, imágenes creadas por ordenador (derecha) y recreaciones reales de los dinosaurios (izquierda). La combinación de ambas de manera acertada son el resultado de que Jurassic Park tenga unos efectos tan geniales aun siendo una película de 1993.

¿Qué ocurre en Jurassic Wolrd? Pues que el abuso de la imagen digital hace que sus abundantes escenas de acción sean poco o nada creíbles. Canta a la legua el ordenador que hay detrás, y a mí eso me ha chafado muchísimo la película. Joder, si es que en la primera imagen, donde aparece el huevo de velociraptor rompiéndose desde dentro por una cría ¡se ve descaradamente que es digital! ¿Tanto costaba hacerlo como en la primera? ¿De verdad? Porque 22 años después, la secuencia de Jurassic Park sigue dándole tropecientas mil vueltas, y eso ya es grave.

22 años de avances en efectos especiales, ¿dónde estáis?

En definitiva, Jurassic World es entretenida y, en mi opinión, nada más. Una auténtica decepción. Quizá el problema fue mío, que ilusamente creí que cabía alguna posibilidad de que la primera entrega fuer honrosamente honrada, valga la redundancia. 

He aquí las razones por las que considero que Jurassic World es un truño. Ahora, si me lo permitís, marcho a ver esa joya llamada Jurassic Park.