lunes, 17 de febrero de 2014

Reto: Yo Escribo - PREGUNTA 6


Eso es lo que toca hoy en la siguiente pregunta del reto YO ESCRIBO creado por Eleazar en su blog Eleazar Escribe, solo que esta vez no es una pregunta exactamente lo que voy a responder, sino a una tarea, la de escribir un relato basado o inspirado en esta imagen.



Debo reconocer que no va a ser fácil, porque la imagen me parece extraña a más no poder, con esas plantas naranjas y esa gente ahí en medio ¿adorando a un columpio? (WTF!)..., pero bueno, que no se diga que la imaginación tiene límites. Vamos allá.

Música para leer



"Bosque teñido de sangre"

De nuevo vuelvo a oír ese sonido, ese gorgoteo constante que se arrastra por el jardín persiguiéndome, impidiendo que cierre los ojos y el sueño me lleve.
Me levanto con cada músculo del cuerpo tensado como la cuerda de un arco a punto de romperse. Camino descalzo hasta la puerta trasera de casa, la que mamá nunca cierra en las calurosas noches de verano, y salgo al exterior sintiendo un aire húmedo y pegajoso a mi alrededor, un aire caliente que entra en mis pulmones como una niebla espesa.
Todo está como siempre: las herramientas de jardinería están donde papá las dejó esta mañana y el cobertizo está cerrado con candado, pero el gorgoteo sigue resonando por todas partes, como si alguien estuviera ahogándose bajo mis pies. Al mirar la hierba me doy cuenta de que hay una extraña mancha más oscura aún que la negritud de la noche. Es extraña, alargada… como un rastro; un rastro que sigo con la mirada para descubrir que lleva hasta el mismísimo bosque.
Siento un escalofrío recorrerme la espalda, pero algo me impulsa a seguirlo. Cuando mis pies aplastan la hierba manchada noto que se humedecen, y mientras camino veo cómo adquieren un color rojizo.
Sangre.
Estoy seguro de que es sangre, pero no puedo detenerme. Una necesidad que no soy capaz de controlar me lleva hasta al bosque, desde donde se oyen risas agudas y extraños gruñidos que se mezclan con el constante gorgoteo de mi alrededor. Sé que hay alguien conmigo, alguien que me sigue y se burla silenciosamente del miedo que ya ha empezado a extenderse por mi cuerpo, pero no le veo, es como si estuviera enterrado en la hierba, como si buceara bajo ella y saliera a la superficie para mirarme con unos ojos que ansían algo de mí que no logro entender.
Al llegar al bosque sigo caminando a través de una vegetación completamente teñida de rojo, la cual resplandece bajo mis pasos como si celebrara mi llegada a sus dominios. Las voces ríen con violencia, me rodean, están por todas partes, gruñen bajo mis pies y me conducen hacia la espesura, donde sé que nadie podrá oírme si grito.
Finalmente me detengo. No sé por qué lo he hecho, pero sé que he llegado a donde debía. Al mirar lo que me rodea veo el viejo roble al que solía venir con mi abuelo, del cual cuelga un columpio rudo y antiguo en el que pasaba las tardes enteras cuando era pequeño. Todo parece como antaño, y sin embargo es distinto. El columpio está teñido también de rojo, y la sangre que gotea por sus cuerdas se derrama sobre la hierba, donde unas pequeñas figuras de no más de un palmo de altura se agazapan, se empujan y se ríen mientras me observan.
Por un momento creo estar soñando, pero entonces una de ellas se acerca corriendo hasta mí, emitiendo ese gorgoteo constante que me hiela la sangre, y se detiene a mi lado. Cuando me agacho para observarla mejor casi creo ver un rostro humano, pero sus ojos son completamente negros y su boca, desproporcionadamente grande, está llena de unos dientes afilados como cuchillas. Tienen el cuerpo cubierto de la misma sangre que tiñe cada rincón del bosque y de sus manos salen unas largas garras que le llegan hasta las rodillas.
La criatura emite un chillido escalofriante y luego me golpea con sus garras en el tobillo, cortándome la piel con profundos tajos que me hacen gritar de dolor y caer al suelo. Veo cómo el resto de criaturas corren hacia mí y siento que el terror me ahoga. Antes de que todos se me echen encima consigo levantarme, no sin antes recibir cientos de pequeñas puñaladas en los muslos y en el vientre.
El mundo empieza a dar vueltas y la visión se me nubla. Corro hacia el columpio y trepo como puedo por sus cuerdas hasta alcanzar la gruesa rama del roble. No sé cómo consigo colocarme encima, pero al hacerlo puedo ver a las criaturas bramando desde el suelo, alzando los brazos mientras me clavan sus diminutos ojos negros.
Tendido sobre la resbaladiza rama cubierta de sangre me doy cuenta de que están esperando algo. Me pregunto por qué no suben a por mí, y cuando mi visión empieza a volverse demasiado borrosa comprendo que no necesitan hacerlo. Mis heridas son graves y pronto me caeré del árbol, ya sea inconsciente o por haber perdido las fuerzas que necesito para aferrarme a él.
No mucho después noto que mis brazos languidecen y que me cuesta respirar. Oigo las risas de las criaturas que quieren mi muerte y rezo por perder el conocimiento antes de que me tengan en sus garras. Entonces mi cuerpo resbala de la rama y yo caigo sobre la hierba como un peso muerto. El golpe no me ha hecho perder el conocimiento y el dolor de las garras atravesándome por todas partes no tarda en invadirme como si me hubiera sumergido en él.
Lo último que veo es una enorme sonrisa que borbotea sangre bajo una oscura mirada en la que se refleja la lenta agonía que acaba con mi vida.

Abro los ojos, incorporándome de un salto, y me llevo las manos a la camiseta, la cual está humedecida por el sudor. Suspiro con alivio al ver que me encuentro en mi cama y que la noche sigue siendo tan calurosa y tranquila como siempre. Me levanto y camino algo asustado hasta la puerta trasera. La cierro y vuelvo corriendo a mi cama, en la que me acurruco tapándome con la sábana como si esta pudiera borrar la espeluznante pesadilla que acabo de tener.
Al cerrar los ojos me concentro en el silencio que gobierna la casa, un silencio que de repente es interrumpido por algo… parece un gorgoteo que se arrastra por el jardín, buscándome, persiguiéndome, directo hacia mí. 


*     *     *


¿Qué os ha parecido? ¿Os imaginaríais vosotros una historia así con esa imagen?





2 comentarios:

  1. Se parece a mis pesadillas :O !!!!!!
    Solo te diré una cosa: Quiero que escribas un libro de miedo, quiero que escribas un libro de miedoooooooooooooooooo!!
    En serio, yo no te voy a meter presión evidentemente, pero..jejeje...
    ESCRÍBELO.
    XD

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  2. Vaya, jamás esa imagen me hubiera traído a la mente monstruos asesinos y terror... pero me gusta cómo trabaja tu cabeza, sí señor. Los monstruos, las pesadillas, el miedo en general es uno de mis géneros favoritos (aunque yo suelo decantarme por fantasmas, me resultan una gran fuente de inspiración).
    Buen relato, un saludo.

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