Vale, quizá el título es un poco drástico, pero me viene muy bien para hablaros de un tema que no tiene nada que ver con la literatura y que viene dado por la película de Inside Out, que ayer, por fin, fui a ver al cine.
CONTIENE SPOILERS.
En la película se representa nuestro cerebro de manera fabulosa, con secciones para el olvido, los recuerdos, la imaginación, los sueños, la personalidad y, por su puesto, las emociones: Ira, Asco, Miedo, Alegría y Tristeza.
En la cabeza de Riley (la niña protagonista) vemos como, sin duda, la emoción que prima es la alegría. La vemos tomando el control de casi todas las situaciones, siendo la líder que el resto de emociones necesita para mantener el control y el equilibrio en la vida de Riley. Esto ha resultado fácil hasta ahora ya que Riley ha sido una niña con una vida feliz, con unos padres geniales. Sin embargo, todo cambia cuando Riley se muda de su amada Minnesota (Donde está el pueblo de Fargo, por si no lo sabíais).
De manera muy inteligente, Pixar representa este fuerte cambio en la vida de la niña con un accidente que lleva a las emociones Alegría y Tristeza a extraviarse, viéndose forzadas a recorrer un largo camino para poder regresar y que así, Alegría, pueda tomar de nuevo el control.
La película tiene una moraleja muy clara: la importancia de la tristeza en nuestras vidas. Pero uno puede ir más allá y ver un mensaje que, en mi opinión está muy claro, y es la obsesión que hay en nuestra sociedad por "ser feliz".
En todo momento vemos a Alegría llevando las riendas, y el espectador quiere que así sea, porque en nosotros mismos está esa necesidad, la de estar contentos a cada instante, porque sentirse triste es malo, porque la tristeza implica oscuridad, y nadie quiere estar en la sombra.
No me malinterpretéis, no digo que me guste estar triste, pero considero que es una emoción tan necesaria como la de ser feliz, aunque, ya que hablamos de esto, debo decir que tengo cierto problema con esa expresión: "Ser feliz".
¿Se es feliz o se está feliz? En mi opinión la felicidad es un estado temporal maravilloso que a veces no dura más que unos segundos. Puedes vivir momentos felices, pero es prácticamente imposible estar feliz todo un día entero, creo que nuestros cerebros explotarían. Entonces, ¿por qué esa obsesión con aparentar felicidad en cada momento? ¿Por qué esa pregunta que parece medir el éxito de tu vida? ¿Eres feliz?
Sí, sé que la cuestión no se refiere a si te sientes cabalgando a lomos de un unicornio en cada segundo de tu vida, sino a si, de manera general, estás satisfecho con quién eres y con cómo estás viviendo. Aun así, es una pregunta ante la que nos sentimos obligados a responder: Sí, soy feliz, ya que las alternativas no están muy bien vistas.
Todos buscamos la felicidad, todos queremos sentirnos bien, pero eso siempre no es posible. A veces es necesario estar tristes, pero le tenemos tanto miedo a ese sentimiento que procuramos ignorarlo, y nos esforzamos tanto en hacerlo (porque hay que ser feliz siempre, recordémoslo) que solo empeoramos aún más esa tristeza, y nos quedamos ahí, como monigotes, con una sonrisa en la cara y grises por dentro.
No digo que debáis arrastraros en vuestra tristeza, en absoluto, ni tampoco aferraros a ella, pero sí que me parece importante darle su espacio cuando lo necesita, comprender por qué está ahí y ser conscientes de ella. ¿Recordáis esta escena de Lost? Pues es algo parecido a lo que Jack cuenta sobre el miedo.
Dejemos que la tristeza haga su trabajo, y sí, luego tomemos el control, pero no nos afanemos en ocultarla como si estar triste fuera tener la peste. Y ya no solo hablo de la actitud hacia nosotros mismos, sino de también hacia los demás. Solemos evitar la tristeza ajena quitándole importancia, diciéndonos que "no será para tanto", "que es un/a exagerado/a", que "ya se le pasará". A veces es importante que no solo nosotros le demos un lugar a la tristeza, sino que también lo hagan aquellos que nos rodean. En la película, Alegría se esforzaba por mantener a Tristeza en un círculo, donde no tocara nada, ni estropeara nada (como hacen algunas personas con aquellas que están tristes), pero al final, Riley no alcanza el equilibrio emocional hasta que el resto de emociones aceptan a Tristeza, y le otorgan el lugar que tiene, porque siempre estará ahí, acompañándonos.
Soy consciente de lo peligroso que puede resultar estar triste, sumergirse en un pozo del que a veces es casi imposible salir, y respecto a eso no puedo ni quiero aleccionar a nadie. Con toda esta maraña de pensamientos y opiniones lo que pretendo, simplemente, es resaltar lo ridículo que resulta negar la tristeza y emplear nuestros esfuerzos en repudiarla a la fuerza cuando estos esfuerzos, en mi opinión, deberían dedicarse a entenderla para así poder aceptarla y, por supuesto, superarla, lo cual es igual de importante.
En definitiva, busquemos la alegría, riamos y disfrutemos de lo que nos ofrece la vida, pero no sintamos vergüenza de nuestra tristeza, porque no es mala si se le da el espacio que necesita, no más, ni tampoco menos. Vale, y ahora me preguntaréis: ¿cómo demonios sé yo qué espacio es el que requiere? Pues no puedo contestar porque eso está en vosotros, en cada uno de nosotros. Yo solo digo que no deberíamos renegar de una emoción tan importante porque la sociedad dicte que es mala, que tendríamos que intentar aprender de ella porque solo así se puede seguir adelante, o al menos esa es mi opinión. Si os detenéis y echáis un vistazo al pasado, ¿qué experiencias os han hecho más sabios? ¿Las tristes o las alegres? ¿Acaso no hay momentos tan felices que nos empañan los ojos? ¿Acaso hay risa más liberadora que la que viene después de llorar?
En fin, no me quiero poner moñas, pero supongo que esta es la consecuencia de Pixar y su magia. Por que sí, señores, Pixar lo ha vuelto a lograr.
Me ha encantado la entrada. Lo cierto es que la película me pareció una maravilla y también me dio que pensar sobre eso. No me gustó nada cómo se trataba a Tristeza, como si fuera un mueble que hubiera que tapar con una tela vieja para que nadie le prestara atención. En fin, me encanta todo lo que has dicho, creo que tienes toda la razón del mundo. No podemos saber lo que es la felicidad si no sentimos la tristeza de cuando en cuando, en mi opinión.
ResponderEliminarUn beso,
C.
La entrada es buenísima. Necesitaría -mínimo- 50 manos para contar las veces en las que me he sentido obligada a forzar una sonrisa para que nadie pregunte si estoy mal. Tendemos a aparentar ser felices siempre (como bien has dicho) y eso no nos hace ningún favor. Si eres introvertido, te has levantado con el pie izquierdo o te apetece darle una patada en el culo al mundo entero por un día, ¡hazlo!
ResponderEliminarHace tiempo me propuse no forzar ni una sonrisa más en días normales (hay situaciones que lo requieren) y me va mucho mejor. Soy yo misma, no lo que los demás quieran que sea.
PD: *^* La película me encantó.
Un besito,
Molly (El baúl de las páginas caídas)
Fui al estreno y me encantó!!! Todo, la moraleja, la explicación de como funciona la mente humana al estilo "Erase una vez el cuerpo humano", Joy, Sadness, Disgust, Anger y Fear!!! XD Pero sin duda para mi, mi favorita es Sadness. Es amor y vagancia pura!! jajajaja
ResponderEliminares que es pura maravilla!!!!!!!!!!!!! a mí me encantó ese concepto y salí encantada y con pena pues todos los niños de la sala estuvieron preguntando todo el rato qué pasaba porque no lo entendían T-T
ResponderEliminarBESOTES
Estoy totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarHe quedado muy satisfecha con esta película, no solo por lo original del argumento, los personajes con los que te encariñas rápidamente o los escenarios tan variados y coloridos, si no por el mensaje que deja.
Riley es una niña alegre, si, pero en ocasiones reprime las emociones tanto que no es ella misma. Me gusta especialmente la parte más dramática de la película, porque es también un reflejo de lo que puede pasar alguién de su edad ante un cambio semejante y eso puede llevar a una persona a replantearse seriamente como es en realidad.
Lo más sano en mi opinión es no dejar que nos controlen las emociones, pero tampoco tratar de controlarlas nosotros a ellas. El cuerpo es sabio y sabe exactamente que debe hacer en cada momento.
Un besoteee
Lena
También la vi ayer y me gusto, una película visualmente vistosa y muy disfrutable, con un trasfondo sentimental y psicológico. Una película que no solo los niños pueden disfrutar sino también los adultos y jóvenes, de hecho solo estos pueden ver la verdadera cara y la bonita moraleja que deja esta película. Vale la pena verla y disfrutarla, ya que toca temas profundos como la búsqueda de la felicidad y como mencionas en tu reseña la constante búsqueda y "obsesión" de los seres humanos en buscarla, y como la tristeza y las otras emociones que aunque nos digan que son emociones negativas forman un balance en el ser humano y nos ayuda a ser mejores personas, siempre buscando la felicidad y el positivismo.
ResponderEliminarBuena reseña, saludos ^^
Weeee, por fin has visto "Inside Out" :'D
ResponderEliminarA mí me encantó y estoy completamente de acuerdo contigo. Hay que hacer algo para que este miedo/incomodidad generalizado hacia la tristeza desaparezca. A veces simplemente hay que tirarse a la cama y llorar a moco tendido un rato en posición fetal. ¡Y no pasa nada! xD Después respiras profundamente y te levantas: fin. Pero como empieces a reprimir el dolor, a no soltarlo cuando toca… al final cuando no puedas más será mucho peor.
Me parece una película genial para que los niños (y muchos adultos, en realidad) desarrollen un poco más la inteligencia emocional, ojalá yo la hubiese visto de cría.
A mi me pareció genial la manera de representar conceptos abstractos en la mente de la niña, y todo un mundo cognitivo que hay dentro de Riley, me parece un concepto muy original, y una historia magnífica, mundo de las emociones aparte, con una genial moraleja, y es que está bien estar triste, está bien convivir con todas las emociones.
ResponderEliminarBesooss!!
¡¿DÓNDE ESTÁ ESTHER?! NO LA VEO EN LOS COMENTARIOS. XD
ResponderEliminarAquí es necesario su fangirleo máximo. >__________<
Pienso ver Inside Out, el trailer me había parecido maravilloso.
Algún día escribiré una entrada sobre serie, película y todo eso.
ALGÚN DÍA.
Mil besitos :*
¡Hola, Laura! No he leído mucho porque no he visto la película... y no me quiero spoilear. Pero le tengo unas ganas increíbles de verla, a ver si me puedo escapar al cine un ratito.
ResponderEliminarUn besazo.
Recuerdo que cuando vi la película una mujer que se sentó delante de mí y mis hermanas le deseaba la muerte o declaraba su odio hacia tristeza cada vez que aparecía. Y lo hacía a viva voz. Hay gente que no sabe ir al cine :/
ResponderEliminarComo sea. Me encantó todo el análisis acerca del espacio que ocupa la tristeza. No sé prácticamente nada de psicología, pero siempre me ha enervado que se invaliden las respuestas emocionales de las personas como si no fueran algo real, independiente de que sean desencadenadas por algo que nos parezca válido o no y lamentablemente eso es lo que suele ocurrir con la pobre tristeza.
La gente de Pixar sigue siendo mágica, esperemos que su habilidad con las historias no decaiga nunca *u*
Saludos :D
Adoro la película, la he visto esta noche y me he enamorado.
ResponderEliminarLa verdad es que Alegría a veces me parecía un poco repelente, siempre creyendo que llevaba la razón, igual en eso soy rara.
Me ha gustado tu entrada, tu reflexión, aunque yo hace mucho que no oculto ni me avergüenzo de mi tristeza. Quizá también en esto sea rara, quien sabe xD
Un saludo :D
¡Hola!
ResponderEliminarTengo muchas ganas de ver esta película, me parece una de las más novedades más prometedoras de la cartelera. A la gente le está gustando mucho y a mi me llamó la atención desde el primer momento. Me ha encantado la reflexión que has hecho y estoy totalmente de acuerdo contigo.
He llegado aquí a través de una reseña de tu libro (el cual me dispongo a mirar la forma de conseguirlo ahora mismo).
¡Nos leemos!
Hola :))) Me he saltado las partes que hablas de la película, por que tengo que ir con cero ideas cuando la pueda ver. El primer y segundo parrafo de la entrada, no podría estar más de acuerdo; feliz todo un día entero, menudo colapso cerebral de tanta dopamina liberada de reír. Yo también creo que hay que darle su espacio a la tristeza, a veces es necesaria, hay que pasar esos momentos para poder apreciar los momentos felices, en los que te sientas totalmente pleno. Yo soy de los que suele ocultar cuando se siente gris por dentro excepto con escasas personas, que si se lo cuento o lo que me pasa, o lo que estoy reflexionando que me tiene en ese estado aletargado, soy de los que no le gusta que lo vean triste. Gracias por la entrada, realmente como siempre, es un placer para la vista y mi cerebro leerte. Un besin^^
ResponderEliminarAcabo de verla y me ha parecido muy grande, de hecho, creo que si la hubiese visto de niña no habría sido lo mismo, porque no sabría apreciarla como lo he hecho ahora, siendo una adulta, joven, lo que sea...
ResponderEliminarLo más bonito de toda la película es que consigue que todo el mundo se sienta identificado, porque no sólo cuenta la historia de la niña, cuenta la historia de todos nosotros, de cómo triste e inevitablemente nos hemos visto obligados a crecer y a OLVIDAR muchas cosas...
Estoy de acuerdo con lo que dices "está mal visto estar triste", pero es precisamente porque no sabemos darle a la tristeza el lugar que le corresponde, ni el tiempo...de hecho no creo que eso lo elijamos nosotros...La alegría y la tristeza vienen, hacen lo que tienen que hacer y se van. A veces viene una cuando la otra se va, y otras veces están juntas, pero no creo que eso se pueda controlar. Al menos yo no puedo.
En fin, es una película para reflexionar sobre muchas cosas, en mi opinión. Recomendable para niños, pero sobretodo para adultos ;)