domingo, 22 de febrero de 2015

Relato 4: La bailarina.

Un domingo más vengo con un relato del "Te reto a que me retes". Llevo cuatro semanas cumpliendo diligentemente y eso, señores, es todo un éxito para mí teniendo en cuenta que no soy muy amiga de los relatos. No obstante, últimamente la mayoría de entradas en el blog son eso, relatos, y no me gusta, porque este blog no es SOLO de relatos sino de... Bueno, de cosas. Podría haber publicado algunas reseñas, pero, sinceramente, no me apetece nada, y como yo solo publico cuando tengo algo que decir, pues así estamos. Pero bueno, vamos al asunto. 

Este relato va dedicado a Lena J. Underworld, que fue quien aportó la canción (una preciosa canción). He optado por su versión más "suave" porque ayer me inspiraba más (lo mismo otro día no). Y bueno, Lena, espero que te guste, y a los demás también. De los 15 relatos habrá algunos que estén bien y otros que sean un truño de vaca, así que os pido perdón si os topáis con uno de esos, pero, a veces, ni las canciones ni yo damos para más.
Me callo ya y os dejo leer :-)



Música para leer.


LA BAILARINA


La luz de los focos teje un lienzo blanco en el que solo destaca una silueta negra. Sobre el escenario, la bailarina gira, salta y se inclina hasta que sus dedos rozan el suelo. La tela oscura de su vestido se arremolina tras cada paso como si fuera un rastro de humo que dibuja siluetas al ritmo de la música. Miles de ojos la observan. Un instante de silencio, su cuerpo inmóvil en la posición final y un estruendo de aplausos que inunda el teatro como una tormenta. Una lluvia de rosas la rodea mientras ella sonríe. Su piel parece de porcelana y su rostro alberga la fuerza de la vida y la juventud.
Tan bella, tan triunfal, tan inalcanzable, tan perfecta.
La bailarina se marcha del escenario con elegancia, dejando atrás las flores, los relámpagos de flashes y las ovaciones interminables, para dirigirse a su camerino. Allí todo es calma y los únicos ojos que la miran son los suyos desde su reflejo. Aún tiene una sonrisa pintada en la cara, pero esta se quiebra a medida que el maquillaje desaparece, dejando que la chica escondida tras él emerja poco a poco. Su piel ya no parece de porcelana, ni su rostro tan repleto de vida. En lugar de belleza, la chica encuentra unos rasgos corrientes, en lugar de triunfo, cansancio, y en lugar de perfección, simpleza.
Cuando sale del camerino oye cómo el público sigue alabando a la bailarina que acaba de evaporarse ante el espejo, pero que está por todas partes. Al salir a la calle, la encuentra en un inmenso cartel, sonriente e inmortal. Un grupo de personas lo contempla cuando la chica pasa a su lado. Algunos la miran, pero ninguno la reconoce.
Con la única compañía del sonido que hacen sus pasos sobre la acera, la chica se aleja de la gloria y la fama notando la pesadez en sus piernas, el dolor en su espalda y el vacío en su interior. Sumida en sí misma, gira una esquina y cruza la calle sin percatarse del coche que se le viene encima.
Se oye un golpe seco; un frenazo. El cuerpo de la chica cae al suelo como el de una muñeca rota, y se produce ese instante de silencio que tanto conoce mientras se mantiene inmóvil en la posición final. Pero no oye aplausos, ni ve la luz de los focos. Solo percibe silencio y un brillo que va haciéndose cada vez más pequeño, como luciérnagas que se alejan, hasta que ya no queda nada.
La chica se desvanece.
La bailarina permanece.
Será como si nunca hubiera existido, pero todos la recordarán.  


***

Y esto ha sido todo.



23 comentarios:

  1. No sé que me pasa, pero todos estos relatos del "reto autoimpuesto" me encantan. Creo que es porque consigues que la música y el texto encajen a la perfección, como las piezas del puzzle.
    De los 4 que has colgado hasta ahora, este es mi favorito. La canción me encanta y ese final trágico y sutil... ¿He dicho ya que me encanta? :3
    Besos

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    1. Me alegra muchísimo que te estén gustando los relatos. La verdad es que esta canción es preciosa y no me ha costado mucho imaginar una escena. Ya vendrán los horribles y truñeros xD

      Mil gracias por leerme y comentar *-*

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  2. Ohhhhhhhhhh, CUANTA EMOCIÓN EN TAN SOLO UNAS CUANTAS PALABRAS, ¡¿cómo es posible?! Aiiiis Laura, ¡qué magia tienen tus relatos! Eres increíble, ¿lo sabes?*-*

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    1. Jajajajaja graciaaaaas!! xD Es un relato muy cortito, pero estuve bastante tiempo escribiéndolo. De hecho, cuando acabé y vi su extensión me quedé O__O Creía que me había salido mucho más largo.

      Me encanta que te encante ^-^

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  3. o.O Creo que me acaba de dar un derrame cerebral...
    Es...demasiado perfecto. La fama, la realidad y la fama enlazados a la perfección. Lo efimero y lo eterno.
    Ojala algún dia encuentre la inspiración que te lleva a dejarnos semejantes joyas.
    Bravo, sencillamente bravo Laura.
    Un enorme beso
    Lena

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    1. O_O Gracias, no esperaba que te gustara tanto!! Me has hecho sonreír como una tonta *-*

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  4. Esta canción me pone los pelos de punta... Dios. XD

    Ahora el relato. Tontería: tu relato me evoca a un susurro. Es ocmo si alguien estuviese contando una historia bajito, una historia a la que nadie fuese a prestar atención, una historia "irrelevante", como la misma vida de la chica. Me explico fatal, perdona :P Supongo que todo artista se enfrenta un poco a esto, ¿no? O casi todos. A que su arte les sobreviva e incluso a que aveces les anule, como leí hace un tiempo sobre Edmond Rostand.

    Enhorabuena, Laura. Me ha gustado mucho.

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    1. Muchas gracias, Bettie ^-^ Y entiendo lo que quieres decir, de hecho, es genial que hayas hecho esa conexión entre lo "irrelevante" de la historia en sí y la vida de la chica. Es algo triste, pero que pasa a menudo.

      Mil gracias por leerme y comentar <3

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  5. Escuchar Woodkid y leerte es un placer siempre. Lamentable el final de la bailarina, me dejaste triste. Además la canción ya de por si me da escalofríos de la pena que siento al escucharla. Muchas gracias por el relato!

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  6. Increíble. La verdad es que me ha encantado la forma que tienes de relatarlo desde el principio hasta el fin, se puede ver la transformación. Me ha hecho pensar un poco en cisne negro, supongo que por ese final xD
    Sin duda te da qué pensar y con esa canción, todavía más.
    (es curioso porque hace poco leía algo en este estilo pero con una violinista que pasa de ser una persona a un conjunto cuando está en una orquesta, tenían muchos toques similares entre la separación de la persona y la artista).
    ¡Un besín!

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    1. Jejejejje El cisne Negro... qué gran película. Sí, yo también me acordé de la peli mientras escribía *_*

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  7. Me ha encantado, Laura :')
    Es curioso como con frecuencia los artistas ponen todo su empeño convertirse en "inmortales" a través de su arte y al final lo que les sobrevive es la imagen que crearon, su "yo artista", y sin embargo, ellos, como personas, caen en el olvido. Incluso más que las personas normales, que no tienen una identidad paralela. Tu arte eres tú, sí, pero no deja de ser otra versión.
    No sé si me explico, pero bueno, el caso es que es una idea que hace que me sienta extraña y este relato ha hecho que vuelva a pensar en ello.

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    1. Es así completamente, sobre todo cuando ese arte hace que debas dar una cara al mundo, la gente se queda con esa imagen y es la que adoran mientras la real solo se queda para ti y los tuyos. Es algo normal, supongo, aunque triste.

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  8. ¡Hola!
    No había escuchado nunca esa canción, pero escucharla mientras te leía ha hecho que me encante, me ha gustado muchísimo la forma de relatar la historia, la transformación, y la emoción que le has puesto...
    Acabo de llegar a tu blog pero me quedo por aquí, te dejo el mío por si te apetece echarle un vistazo:

    www.routeeighteen.blogspot.com

    Un besito!

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    1. Bienvenida Sarabc!! Me alegra que te haya gustado el relato, después de todo, este reto es para mí, pero también para vosotros ^^

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  9. ¡Hey, Laura!
    Primero: la canción es una pasada, nunca había oído a Woodkid (al menos no recuerdo haberlo oído) y ya estoy tardando en ponerme a ello *__*
    Segundo y más importante: ¡Qué pasada de relato! La única pega es que se me ha hecho corto :(
    Me ha recordado a mis años y años subida a un escenario bailando ballet, y la verdad es que se siente casi la misma sensación que transmites en el relato (solo que en vez de verme en carteles publicitarios luego me veo en álbumes de fotos jajaja) ¿Tú has bailado ballet? Porque si no es así, es una pasada cómo logras meterte en los pensamientos de una bailarina.
    ¡Besicos, preciosa!

    Dafne

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    1. Ballet yo?? No xD No soy de bailar, la verdad, aunque considero que el ballet es uno de los bailes más bonitos que hay. Gracias, como siempre, por leerme y comentar, querida ^^

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  10. Me ha gustado mucho! Creo que tienes un estilo muy bonito, sin caer en lo pomposo ni en lo forzadamente poético. Se nota que tienes mucha experiencia en esto de escribir.

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    1. Gracias! ^^ Experiencia tengo, no sé si mucha, pero mis años llevo en esto, aunque todavía me queda muchiiiiiisimo por mejorar y aprender.

      Gracias de nuevo por leerme y comentar :D

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  11. Joo que bonito!!
    La música intensifica las sensaciones que transmiten el relato y las palabras que has escrito intensifican la melodía.
    Ha sido precioso.
    :)

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  12. Joder, por favor...qué cosa más absolutamente preciosa y sutil...
    A veces, cuando te leo siento que me arrancan un pedazito de alma, porque me encantas de una manera que nunca sabré expresar con palabras, pero nunca espero que me pase eso con los relatos, porque por regla genera, como ya te dije en otra ocasión, siempre me saben a poco, pero ya ha habido dos excepciones, el de "Ruber Boy" (he tenido que mirar cómo se llamaba, lógicamente) y este de la bailarina.
    Me encantan. me encantas. Lo sabes, lo sé.

    http://media.tumblr.com/20de91c940ba7bc47573d7ce42401696/tumblr_inline_ne6pws0Vwk1s9979a.gif

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