Hace un mes que debería haber publicado esta entrada, pero aunque llega tarde, aquí está por fin tal como os comenté en la anterior, donde os hablaba un poco de mis proyectos actuales y comentaba que uno de ellos iba a salir en lektu en diciembre. Pues bien, ¡así fue!
El relato en cuestión se titula "Neven" y está enmarcado en el género de ciencia ficción. En su página de lektu podréis encontrar una breve sinopsis y variedad de formatos para su descarga (epub, PDF y mobi) gratuita mediante pago social (que no es otra cosa que compartir el enlace del relato en redes).
Estoy encantada con el recibimiento que ha tenido hasta ahora, sobre todo porque no me gusta escribir relatos y es algo que me cuesta bastante, pero cuando una ve los resultados tan positivos lo cierto es que compensa todo el esfuerzo. Además, conté con el consentimiento de Zezn para usar su maravillosa fotografía como portada y no podría estar más contenta.
Espero que disfrutéis de la lectura si decidís descargarlo. ¡Ya me contaréis qué tal!
En esta penúltima pregunta del reto YO ESCRIBO, creado por Eleazar en su blog Eleazar Escribe, se nos anima a contar nuestras expectativas, experiencias y deseos para con las editoriales, si creemos o no que se trata bien a los autores.
Bueno, por suerte no he tenido malas experiencias con editoriales porque la primera novela que envié fue aceptada por una de ellas y, por tanto, lo que yo he vivido respecto al trato editorial es lo que he vivido con ellos.
Eso es lo que toca hoy en la siguiente pregunta del reto YO ESCRIBO creado por Eleazar en su blog Eleazar Escribe, solo que esta vez no es una pregunta exactamente lo que voy a responder, sino a una tarea, la de escribir un relato basado o inspirado en esta imagen.
Debo reconocer que no va a ser fácil, porque la imagen me parece extraña a más no poder, con esas plantas naranjas y esa gente ahí en medio ¿adorando a un columpio? (WTF!)..., pero bueno, que no se diga que la imaginación tiene límites. Vamos allá.
Música para leer
"Bosque teñido de sangre"
De
nuevo vuelvo a oír ese sonido, ese gorgoteo constante que se arrastra por el
jardín persiguiéndome, impidiendo que cierre los ojos y el sueño me lleve.
Me
levanto con cada músculo del cuerpo tensado como la cuerda de un arco a punto de
romperse. Camino descalzo hasta la puerta trasera de casa, la que mamá nunca
cierra en las calurosas noches de verano, y salgo al exterior sintiendo un aire
húmedo y pegajoso a mi alrededor, un aire caliente que entra en mis pulmones
como una niebla espesa.
Todo
está como siempre: las herramientas de jardinería están donde papá las dejó
esta mañana y el cobertizo está cerrado con candado, pero el gorgoteo sigue
resonando por todas partes, como si alguien estuviera ahogándose bajo mis pies.
Al mirar la hierba me doy cuenta de que hay una extraña mancha más oscura aún
que la negritud de la noche. Es extraña, alargada… como un rastro; un rastro
que sigo con la mirada para descubrir que lleva hasta el mismísimo bosque.
Siento
un escalofrío recorrerme la espalda, pero algo me impulsa a seguirlo. Cuando
mis pies aplastan la hierba manchada noto que se humedecen, y mientras camino
veo cómo adquieren un color rojizo.
Sangre.
Estoy
seguro de que es sangre, pero no puedo detenerme. Una necesidad que no soy
capaz de controlar me lleva hasta al bosque, desde donde se oyen risas agudas y
extraños gruñidos que se mezclan con el constante gorgoteo de mi alrededor. Sé
que hay alguien conmigo, alguien que me sigue y se burla silenciosamente del
miedo que ya ha empezado a extenderse por mi cuerpo, pero no le veo, es como si
estuviera enterrado en la hierba, como si buceara bajo ella y saliera a la
superficie para mirarme con unos ojos que ansían algo de mí que no logro
entender.
Al
llegar al bosque sigo caminando a través de una vegetación completamente teñida
de rojo, la cual resplandece bajo mis pasos como si celebrara mi llegada a sus
dominios. Las voces ríen con violencia, me rodean, están por todas partes,
gruñen bajo mis pies y me conducen hacia la espesura, donde sé que nadie podrá
oírme si grito.
Finalmente
me detengo. No sé por qué lo he hecho, pero sé que he llegado a donde debía. Al
mirar lo que me rodea veo el viejo roble al que solía venir con mi abuelo, del
cual cuelga un columpio rudo y antiguo en el que pasaba las tardes enteras
cuando era pequeño. Todo parece como antaño, y sin embargo es distinto. El
columpio está teñido también de rojo, y la sangre que gotea por sus cuerdas se
derrama sobre la hierba, donde unas pequeñas figuras de no más de un palmo de
altura se agazapan, se empujan y se ríen mientras me observan.
Por
un momento creo estar soñando, pero entonces una de ellas se acerca corriendo
hasta mí, emitiendo ese gorgoteo constante que me hiela la sangre, y se detiene
a mi lado. Cuando me agacho para observarla mejor casi creo ver un rostro
humano, pero sus ojos son completamente negros y su boca, desproporcionadamente
grande, está llena de unos dientes afilados como cuchillas. Tienen el cuerpo
cubierto de la misma sangre que tiñe cada rincón del bosque y de sus manos
salen unas largas garras que le llegan hasta las rodillas.
La
criatura emite un chillido escalofriante y luego me golpea con sus garras en el
tobillo, cortándome la piel con profundos tajos que me hacen gritar de dolor y
caer al suelo. Veo cómo el resto de criaturas corren hacia mí y siento que el
terror me ahoga. Antes de que todos se me echen encima consigo levantarme, no
sin antes recibir cientos de pequeñas puñaladas en los muslos y en el vientre.
El
mundo empieza a dar vueltas y la visión se me nubla. Corro hacia el columpio y
trepo como puedo por sus cuerdas hasta alcanzar la gruesa rama del roble. No sé
cómo consigo colocarme encima, pero al hacerlo puedo ver a las criaturas
bramando desde el suelo, alzando los brazos mientras me clavan sus diminutos
ojos negros.
Tendido
sobre la resbaladiza rama cubierta de sangre me doy cuenta de que están
esperando algo. Me pregunto por qué no suben a por mí, y cuando mi visión
empieza a volverse demasiado borrosa comprendo que no necesitan hacerlo. Mis heridas
son graves y pronto me caeré del árbol, ya sea inconsciente o por haber perdido
las fuerzas que necesito para aferrarme a él.
No
mucho después noto que mis brazos languidecen y que me cuesta respirar. Oigo
las risas de las criaturas que quieren mi muerte y rezo por perder el
conocimiento antes de que me tengan en sus garras. Entonces mi cuerpo resbala
de la rama y yo caigo sobre la hierba como un peso muerto. El golpe no me ha
hecho perder el conocimiento y el dolor de las garras atravesándome por todas
partes no tarda en invadirme como si me hubiera sumergido en él.
Lo
último que veo es una enorme sonrisa que borbotea sangre bajo una oscura mirada
en la que se refleja la lenta agonía que acaba con mi vida.
Abro
los ojos, incorporándome de un salto, y me llevo las manos a la camiseta, la
cual está humedecida por el sudor. Suspiro con alivio al ver que me encuentro
en mi cama y que la noche sigue siendo tan calurosa y tranquila como siempre.
Me levanto y camino algo asustado hasta la puerta trasera. La cierro y vuelvo
corriendo a mi cama, en la que me acurruco tapándome con la sábana como si esta
pudiera borrar la espeluznante pesadilla que acabo de tener.
Al
cerrar los ojos me concentro en el silencio que gobierna la casa, un silencio
que de repente es interrumpido por algo… parece un gorgoteo que se arrastra por
el jardín, buscándome, persiguiéndome, directo hacia mí.
* * *
¿Qué os ha parecido? ¿Os imaginaríais vosotros una historia así con esa imagen?
¡Buenas a todos, principesos y principesas! Hoy toca otra pregunta del reto YO ESCRIBO creado por Eleazar en su blog Eleazar Escribe. Esta vez hablaré de los elementos, escenas o recursos que siempre uso en mis textos y el significado que estos tienen para mí.
Hay tres elementos que siempre se repiten en mis proyectos, tanto los escritos como los que aún no están plasmados en papel.
Esta es la 4ª pregunta del retoYO ESCRIBO organizado por Eleazar en su blog Eleazar Escribe.
Me temo que en esta pregunta voy a tener que hacer un poco de trampa, ya que se refiere a mi personaje favorito de los que he creado, y resulta que ese personaje se encuentra precisamente en Los mundos de Täryenn, novela que, como ya sabréis y si no os lo vuelvo a repetir que de verdad no me importa nada en absoluto, VA A SER PUBLICADA!
¿Esto qué significa? Pues que no puedo desvelar el pasado ni nada de este personaje porque, de hecho, su mayor fuerte estar en descubrirlo mientras se lee. Ni siquiera su nombre me atrevo a decir, y menos su aspecto físico que tantísimo lo caracteriza. Solo puedo decir que es el protagonista masculino de la novela y que nunca he encontrado en un libro a alguien como él. Aunque no fuera creación mía y lo encontrara en una peli o en otro libro lo seguiría adorando hasta la saciedad porque tiene, para mi gusto, todo lo que tiene que tener un buen personaje, es.... En fin, me encanta TODO de él.
Hace dos días dije que iba a estar un pelín ausente del blog, y no es mentira, pero hoy ya estoy harta de estudiar y además me encuentro un poco mejor (aunque tengo una voz de griposa con la que no pienso grabar), así que os traigo la 3ª pregunta del reto YO ESCRIBO, creado por Eleazar en su blog Eleazar Escribe. Y la pregunta es: ¿Cuál es tu ambiente de trabajo? (incluir manías, fotos, hábitos a la hora de escribir y corregir).
Bueno, pues vamos allá.
Mi ambiente de trabajo es mi habitación, más concretamente, mi escritorio.
Organizado por Eleazar y su blog Eleazar Escribe. La 2ª pregunta que nos trae este reto es: ¿cuál fue tu primera novela?
En la descripción pone que podemos adjuntar cualquier cosa que queramos, desde esquemas hasta dibujos, etc.. Desgraciadamente, de mi primera historia no me queda más que el recuerdo, de hecho eso mismo es lo único que me queda de la mayoría de las historias de mis primeros meses como "aficionada a la escritura", pues lo guardaba todo en un pendrive que se perdió en el agujero de gusano hiperespacio-temporal que es mi habitación.
Antes de ponerme al lío solo quiero comentaros que participo en el reto "Yo escribo", organizado por el blog "Eleazar Escribe", el cual se basa en responder a 8 cuestiones que ella irá publicando cada semana. Esta es la primera, así que... ¡allá vamos!