Mi rutina de escritura se ha visto interrumpida. He terminado la primera parte de #ProyectoParís y comenzaré otra novela el 1 de Noviembre, día de inicio del NaNoWriMo. Tengo dos proyectos empezados que podría adelantar hasta entonces, pero es tan poco tiempo lo que queda que no sé si merece la pena sentarse con ellos y refrescar la memoria. Sea como sea, mi nocturna rutina de escritura se ha visto interrumpida y me siento como una hormiga que corretea de un lado a otro porque alguien a pisado su camino de vuelta al hormiguero. En definitiva, necesito escribir, algo, lo que sea, como suplemento de supervivencia hasta el NaNoWriMo, y anoche escribí esto.
Es un mini-relato de una escena que tenía en la mente hace tiempo. No sé si lo usaré alguna vez para alguna novela porque es extraño, un poco onírico. En fin, dejo que lo leáis.
Música para leer
El hacha se
balancea en su mano. Humedad. Niebla. Frío. Sonido de pasos que rompen la
mañana temprana. Botas de color rosa manchadas de barro caminando al ritmo que
marca la música desde un auricular. Una calle vacía, ventanas cerradas, casas
dormidas. Y el hacha se sigue balanceando.
Dos dedos cubiertos
de anillos sujetan un cigarro encerrado entre unos labios pintados. El humo se
derrama y se cuela entre las pestañas cargadas de rímel que ralentizan cada
parpadeo. Iris azules de pupilas encogidas reflejan la imagen de un coche gris
que la noche ha arropado con una capa de escarcha. Las botas avanzan y se
acercan a él hasta detenerse junto a un diminuto charco de gasolina. El pulgar
da un rápido toque al cigarro que los dos dedos sujetan y la ceniza se
desploma, choca contra el asfalto y se deshace.
Silencio en el
amanecer, ojos que se abren, pies descalzos sobre el suelo helado. La calle empieza
a despertar y el hacha sigue en la mano, pero ya no se balancea. Una última
calada y la otra mano suelta el cigarro para aferrar el mango de madera. Un
instante alzada en el aire y luego un golpe lleno de cristales rotos, otro, y
luego otro más. La alarma ahoga cualquier sonido mientras la puerta de una casa
se abre dejando salir a alguien que grita amenazas. Unas zapatillas sucias
caminan hasta encararse con las botas rosas manchadas de barro.
Curiosos en sus
ventanas observan cómo brilla la punta de otro cigarro que se enciende entre
los labios rojos. Gritos e insultos que chocan contra los impasibles ojos
azules de lento pestañeo. Una bocanada de humo como respuesta y el cigarro
vuela hasta el cerco de gasolina que se dibuja junto al coche. Fuego y más
gritos. Las botas rosas dan media vuelta, se marchan.
Y el hacha se
sigue balanceando.
(Acabo de sufrir ese hecho tan odioso en el que le das a comentar y no te habías logueado y tu comentario se esfuma).
ResponderEliminarA grandes rasgos, había puesto que me sentí por un momento como en American-Psycho, lo cual ha molado bastante. Pero esa frialdad... Me ha hecho pensar en un odio muy meditado, un plan que habia sido rumiado durante much otiempo. Luego mi imaginación se disparó y me imagine que era un androide con principios de odio.
Al caso, que me ha gustado bastante, sobre todo la frase que te dije por whatsapp. Y el gif final es genial ♥
Jajajajja un androide xD Eso es muy tú.
EliminarMe alegre que te haya gustado <3 <3
Creía que iba a salir ardiendo el coche, pero se ve que las botas rosas tenían otro plan :P
ResponderEliminarBueno...tú sabes que yo soy sincera, el relato está mu bien, mu mono, sobretodo el final, pero a mi es que esa imágen de chul@ con el cigarro me da bastante asco ya sabes por qué...eso sí la manera en que está contado el relato da curiosidad, en vez de decir ese hombre o esa mujer, dices esas botas rosas, creo que eso le da el toquecito :)
Lo que más me ha gustado es esta frase, por el contexto, vale?? pero esta frase: "Silencio en el amanecer, ojos que se abren, pies descalzos sobre el suelo helado."
Sí, está contado de una forma un poco rara, no escribiría así una novela porque embolaría bastante, pero para un prólogo, por ejemplo, no iría mal :-)
EliminarHe visto la ceniza caer y deshacerse en el suelo.
ResponderEliminarBesos, Laura
^____^
EliminarMola! *__*
ResponderEliminarYo me he imaginado niña... Una joven adolescente (14 años quizás) muy pero que muy enfadada con alguien.
Ella a tenido que madurar a la fuerza Y volverse fuerte e independiente. Sobrevivir.
Ahora a regresado. Ha meditado su plan, quiere putear al tío hijo p*ta de su padrastro que le metía mano cuando su madre fregaba los platos de la cena en la habitación contigua (o algo así de extremo)... Mola!
Jajajajajaj me encanta! :D
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