Sí, he hecho otra plantilla para la ficha porque la anterior ya me estaba cansando. |
La familia Cuttler |
Empecé a leerme este libro (mi edición no es la de la ficha) por
casualidad, porque me encontraba en una de esas raras ocasiones en las que me da
absolutamente igual el género y solo quiero poner letras bajo mis ojos. Debo
reconocer que la edición me llamó sibilinamente desde la estantería con sus
páginas manchadas por el tiempo y su pasta rota que, como pude, arreglé con cinta
aislante para que no se me deshiciera en las manos. Y es que este ejemplar del
círculo de lectores (edición no reducida) es casi tan viejo como la propia
historia. La primera edición salió en 1965 y la que yo tengo (que mi madre
rescató de una caja de libros de los que iban a deshacerse en un colegio) se
publicó en el año 1972, por lo que cuenta con nada más y nada menos que 44
primaveras.
Con todo el respeto y la veneración que
un libro tan viejo puede suscitar, me dispuse a leer. Al principio reconozco
que no le cogí muy bien el truco al libro, pues cuando el cambio del estilo de
la novela que estoy leyendo y el estilo de la que empiezo son como la noche y
el día, me cuesta trabajo habituarme.
Pasadas algunas páginas, te vas ya
acostumbrando a su carácter de novela-documental, que resultó toda una novedad de género en su época. En la novela se recoge muchísima
información (alguna no muy relevante) desde decenas de puntos de vista
diferentes, por lo que aparecen tantos personajes y nombres que realmente
acabas imaginándote solo a unos pocos de ellos; pero esto no es un problema,
por lo menos para mí, porque lo realmente importante de esta historia es,
precisamente, la historia, y las dos personas que hicieron que ocurriera: Perry
Smith y Dick Hickock, los asesinos que, una noche de 1959, entraron en casa de
la familia Cuttler y asesinaron a sus cuatro miembros a sangre fría.
Dick Hickock (izquierda) y Perry Smith (derecha) |
"Pero de pronto, a primeras horas de aquella mañana de un domingo de noviembre, ciertos extraños rumores se mezclaron con los normales ruidos nocturnos de Holcomb, con el lúgubre histerismo de los coyotes, el quedo rasguñar del amaranto en su fuga, y los apremiantes silbidos de la locomotora que acaban de convertirse en un lejano gemido. Pero ni un alma del dormido Holcomb los oyó. Nadie oyó aquellos cuatro disparos de fusil que pusieron fin a seis vidas humanas. Después, el vecindario, hasta entonces lo suficientemente confiado como para no molestarse ni en correr la aldaba de la puerta, prendió su fantasía hasta recrearlos una y otra vez, y los convirtió en disparos sombríos que encendieron hogueras de recelo en las miradas de aquellos viejos conciudadanos, que empezaron entonces a mirarse extrañamente, y como a extraños".
(No me digáis que no es un párrafo maravilloso)
La historia nos cuenta, como ya digo,
muchos puntos de vista de muchas personas que vivieron el caso de diferente
forma y desde distintos prismas, así como las andanzas posteriores de los
asesinos hasta el final.
Capote tiene una manera clara y sencilla
de escribir, muy sutil en los detalles. Me ha
gustado. Y me ha gustado aún más la manera tan genial que tiene de retratar a
los asesinos, cómo nos cuenta todo de ellos a su tiempo, poco a poco y a través de distintas voces. Esto produce que haya momentos en los que los detestes,
otros en los que te den pena y otros en los que incluso te caigan bien.
Especialmente Perry Smith, del que se decía que era un hombre inteligente y
sensible, y con el que Capote tuvo una estrecha relación durante el proceso de
documentación de la novela.
Truman Capote junto a Perry Smith |
Esta forma de presentarnos a los
personajes ha hecho que al final del libro sintiera que los conocía; me eran
familiares y muchas veces entendían por qué hacían lo que hacían, como si yo
también los hubiera entrevistado o hubiera asistido con ellos a sus muchas
fechorías.
A sangre fría, además, cuestiona la
efectividad de la pena de muerte desde un punto de vista moral y político, pero
siempre contado a través de los personajes y nunca desde el propio autor. Hay
que tener en cuenta que en estos años, en Kansas, donde se desarrolla la
historia, estaba establecida la pena de muerte por ahorcamiento, algo que no
todos los ciudadanos defendían a pesar de la brutalidad del crimen.
En general el libro me ha parecido muy
interesante, la forma de contar cómo un suceso tan horrible cambia por completo
la vida de todo un pueblo, haciendo que se cuestionaran incluso su fe, cómo
alguien puede ser capaz de hacer algo así, qué precio se debe pagar por
quitarle la vida a un hombre, aunque este se la haya quitado a otros, y en
definitiva, cómo fueron los acontecimientos que precedieron y siguieron a uno de
los crímenes que asentaron un antes y un después, por su brutalidad, en la
historia de los Estados Unidos. Lo recomiendo a todo el mundo.
No me llama mucho este libro, pero me alegra muchisimo que te haya gustado tanto. Un beso
ResponderEliminarYo le eché un vistazo cuando te lo estabas leyendo, para ver cómo estaba escrito y no me pareció claro y sencillo,pero sí que es verdad que tiene detalles muy bonitos, muy sensibles.
ResponderEliminarNo me voy a leer el libro, porque no me llama,pero lo que más me ha gustado de todo lo que has dicho en la reseña es eso de que había momentos en que los asesinos llegaban a caerte bien y todo, a mi me pasó eso con la película, pero claro...en la película también los ves, que no es lo mismo que imaginártelos, porque los ves...no sé, como más humanos.
Pero vamos, creo que si me hubiese leído el libro lo que más me habría gustado es eso, lo de odiar a los asesinos y tenerles pena al mismo tiempo...